lunes, 28 de noviembre de 2011

Música y yoga para relajarnos

Una combinación acertada de música y yoga puede ser la clave perfecta para relajar a grandes y pequeños.



 Unas piezas de música clásica, con sonidos y melodías suaves, que llamen al descanso y a la tranquilidad, y unos sencillos ejercicios de respiración y estiramiento pueden servirnos para aliviar tensiones y tener un feliz descanso, o comenzar bien el día.

Con el yoga, los niños aprenden a relajarse, y a su vez les ayuda a desarrollar su capacidad de atención, memoria y concentración, porque esta técnica milenaria, aporta numerosos beneficios como la adquisición de buenos hábitos posturales, canaliza la energía, y potencia la autoestima.

Por otro lado la música es un elemento fundamental para acompañar el desarrollo de la imaginación, la sensibilidad y la memoria auditiva.

Lo mejor es escoger piezas cortas, dado que a estas edades, cuando escuchan, tienen una capacidad de atención relativamente limitada en el tiempo, y así vamos realizando cada ejercicio de los que proponemos a continuación durante los minutos que dura una pieza de música.

Escuchando piezas de música de sonidos prolongados y lentos conseguimos una respiración profunda y pausada que nos ayuda a tranquilizar cuerpo y mente. El nervio auditivo conecta el oído interno con los músculos a través del sistema nervioso autónomo.

Tabla de ejercicios para realizar en familia. MUy importante, los ejercicios de yoga no deben causar dolor, si nos duele no lo estamos haciendo bien... o estamos forzando demasiado.

1. La luna Este ejercicio consiste en abrir toda la zona lateral del cuerpo, que al crear espacio entre las costillas facilita la respiración y mejora el alineamiento de la columna. Mantened la postura y repetid cambiando de lado.


2. Sentaos con las manos apoyadas contra la nuca. Soplad flexionando hacia delante e inspirad estirando la espalda.

3. Sentaos con la espalda derecha, uniendo las piernas y los pies. A continuación, forma un triángulo juntando los dedos índices y pulgares de ambas manos, alzad los brazos estirándolos todo lo que podaís, sin separar los dedos, y luego dobla lentamente el torso hacia adelante, hasta llegar a tocar los dedos de los pies con las manos. Ahora, sujeta los tobillos con las manos y flexiona los brazos a la altura del codo para poder llevarlos hacia el suelo permitiendo que tu frente descanse sobre las rodillas. Deshacemos la postura lentamente, soltando primero los tobillos, enderezando luego la cabeza y por último el resto del tronco. Acompañamos todo el movimiento de elevación de los brazos con una larga inspiración y espira a medida que bajas el torso


4. El Abeto De pie con los brazos estirados elevad una pierna hasta apoyar la planta del pie sobre la rodilla. Juntad las palmas de las manos por encima de la cabeza, manteniendo la postura durante unos segundos. Repetir un par de series alternando las piernas.

5. Tumbarse de lado con la cabeza apoyada en la mano y las piernas flexionadas. Inspirad separando el brazo hacia arriba y soplad bajando el brazo flexionando tórax y abdomen.

Les dejo una animación que he encontrado, especialmente para explicar el yoga a niñas y niños.




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