Son un jueguete versatil que mantiene su encanto a lo largo de los años. Para los más pequeños, de 2 o 3 años el juego puede consistir simplemente en apilar bloques, pero según van creciendo la cosa se complica y comienzan a hacer filas organizandolos por colores, formas o tamaños; a construir casas, puentes
edificios, autopistas, castillos... o naves espaciales.
Cuando se juega en compañía adquieren nuevos encantos y nos llevan a elaborar proyectos más ambiciosos.
1 comentario:
Enhorabuena por el blog,los recursos son muy útiles, tomaré nota de más de uno. Te facilito mi dirección de blog por si te interesa mi recurso didáctico de cuentos infantiles, espero que te guste.
http://quincecuentosparacrecer.blogspot.com/
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